miércoles, 31 de julio de 2013

Una historia.

Nació del seno de la inmadurez y supo seguir adelante, así transcurrió toda su vida. La llegada de un nombre a esta fue el inicio de un huracán de sentimientos y posibilidades que la ametrallaban constantemente, toda esta adrenalina se fue calmando a lo largo de los años cuando se convirtió en pura rutina. Sherezade nunca había sido lo que se dice guapa, era la típica adolescente acomplejada por la mierda de sociedad que la rodeaba. Creció y con ello aprendió a sacarse partido y ahí estaba él a su lado, nunca había sido capaz de dejarle porque se sentía afortunada, afortunada por haber llamado la atención de un chico corriente. El miedo a no conseguir a nadie más la corrompió hasta el punto de aguantar cualquier diferencia con él, de nunca echarle nada en cara y de acatar todas sus órdenes, sin saberlo se había convertido en otra esclava de su propia autoestima.

domingo, 28 de julio de 2013

Así es, y así será.

Un blog, el tener que llegar a estos extremos me produce nauseas, simplemente la idea de tener que escribir para expresar exactamente lo que sientes sueña un poco "heavy". Los sentimientos que tengo ahora mismo son demasiado fuertes como para callarlos bajo una coraza de simpatía y felicidad. Porque todos aparentamos ser felices, ser capaces de reír, de bromear sobre nosotros mismos, de tener la suficiente autoestima como para auto-delatarse y insultarse. Y después llega cuando los demás ven que no te duele ahí es cuando la cosa cambia y la confianza llega a un punto de incomodidad y impotencia. Las personas admiramos a la gente con confianza porque la anhelamos por la simple razón de que siempre cuelga de un hilo y creemos que a los demás no les supone esfuerzo, pero bajo ese cachas había un niño regordete de los que todos se reían en el colegio, bajo esa modelo una niña que se desarrolló demasiado pronto y sufrió la ignorancia de los chicos mayores, bajo ese humorista una necesidad incontenible de reírse de el mismo y que los demás lo consideren algo normal y yo aún estoy descubriendo que hay más allá de mi, hasta donde llegan mis pensamientos y hacia donde se van a dirigir, una vida de continuo control.